CHAMILO/SKOPIA.- Cientos de refugiados consiguieron pasar de Grecia a Macedonia tras una larga caminata a pie y atravesando un río. Huyeron de las pésimas condiciones que sufrían en el campamento heleno de Idomeni, desafiando el cierre de la frontera por parte de las autoridades macedonias.

Los refugiados salieron del campamento de Idomeni, en el norte de Grecia, y después de caminar 8 kilometros se enfrentaron a la corriente del río Suva Reka hasta llegar a la otra orilla, que a sólo 500 metros de la frontera macedonia. Al parecer, en ese punto no hay ninguna valla que impida continuar el camino hacia Centroeuropa, en especial con destino a Alemania.

Los más jóvenes y los voluntarios de organizaciones internacionales formaron una cadena humana para ayudar a cruzar el río a los ancianos y a las mujeres con niños. En un primer momento, policías de asalto griegos intentaron frenar al grupo que echó a andar hacia Macedonia, pero finalmente les permitieron seguir su camino sin emplear la violencia. En el mismo río que atravesaron se habían ahogado tres migrantes afganos.

Hasta 2.000 personas lograron entrar ayer de forma ilegal en Macedonia a través de la localidad de Gevgelija, aunque el Ministerio de Interior rebajó la cifra a “más de 700”. Tras detenerlos, la Policía y el Ejército intentaban devolver los refugiados a Grecia, aunque verían si Atenas está dispuesta a aceptar a los refugiados después de que Macedonia cerrase su frontera.

Los refugiados huyen de las dramáticas condiciones en las que se encuentra el campamento de Idomeni, convertido en un lodazal tras las continuas lluvias y donde muchas personas, entre ellas niños, están sufriendo problemas respiratorios.

Las autoridades griegas llevan días pidiendo a los refugiados que abandonen el campamento de Idomeni y que se trasladen a otras instalaciones repartidas por el resto del país. Según la prensa helena, por ahora lo hicieron más de 1.000 personas, pero otras 10.000 permanecen en Idomeni, con la esperanza de poder cruzar la frontera macedonia y seguir su viaje.

Pese al cierre de la denominada ruta de los Balcanes, el flujo de refugiados que cruza de Turquía a las islas griegas no cesa. Tan sólo el fin de semana atravesaron el Egeo casi 4.000 personas y en Grecia hay ya unos 50.000 migrantes y refugiados. Los fuertes vientos hicieron que naufragara frente a la isla griega de Cos una embarcación en la que viajaban 13 personas. Por el momento sólo se pudo rescatar a cinco de ellas, mientras que ocho siguen desaparecidas.

Piden responsabilidad

Austria agradeció a Macedonia el cierre de la frontera y pidió que los refugiados se queden en Grecia. La ministra de Interior, Johanna Mikl-Leitner, responsabilizó del intento de huida de Idomeni a quienes despiertan falsas esperanzas en los refugiados. Todavía se envía la señal de que se puede llegar al “país deseado”, algo irresponsable y condenable, apuntó la ministra. El canciller austríaco, Werner Faymann, pidió a su homóloga germana, Ángela Merkel, que aclare que Alemania no está dispuesta a recibir a gente de forma ilimitada. Los refugiados deben comprender que un caótico viaje por Europa no lleva al objetivo deseado, advirtió Faymann. (DPA)